La frase «somos lo que deseamos, no lo que pedimos» resuena de manera profunda y evocadora, invitándonos a reflexionar sobre la naturaleza de nuestros deseos y su impacto en lo que nos convertimos.

Interpretaciones:

• El poder de los deseos: Enfatiza que nuestros deseos no son simples anhelos pasivos, sino que tienen un poder transformador. Al enfocarnos en lo que realmente deseamos, activamos un proceso interno que nos acerca a su realización.
• Más allá de las peticiones: Distingue entre desear y pedir. Pedir implica una solicitud externa, mientras que desear implica un compromiso interno con lo que queremos.
• Acción y responsabilidad: Nos recuerda que no basta con desear algo, sino que debemos tomar acción y asumir la responsabilidad de convertir nuestros deseos en realidad.
• Congruencia entre deseos y acciones: Nos invita a ser congruentes entre lo que deseamos y lo que hacemos. Si nuestros deseos no se reflejan en nuestras acciones, poco lograremos.

Ejemplos:

• Una persona que desea ser saludable no solo lo pide, sino que adopta hábitos alimenticios saludables y realiza ejercicio regularmente.
• Un artista que desea crear obras de arte innovadoras no solo lo pide, sino que dedica tiempo y esfuerzo a explorar su creatividad y desarrollar sus habilidades.
• Una persona que desea tener relaciones amorosas satisfactorias no solo lo pide, sino que trabaja en cultivarse a sí misma y en desarrollar habilidades para construir relaciones sanas.

Reflexión:

La frase nos invita a reflexionar sobre la calidad de nuestros deseos. ¿Son realmente lo que queremos? ¿Están alineados con nuestros valores y principios? ¿Estamos dispuestos a esforzarnos para convertirlos en realidad?

Al cultivar deseos profundos y significativos, y al tomar acción para alcanzarlos, podemos convertirnos en la mejor versión de nosotros mismos.

Tus deseos son poderosos.

Úsalos para crear la vida que deseas.

No basta con desear, hay que actuar.

Sé congruente entre tus deseos y tus acciones.

Cultiva deseos profundos y significativos.